La princesa Leonor, de solo 18 años de edad, ha ganado un importante reconocimiento entre los seguidores de la monarquía española. Y es que la hija mayor de los reyes ha demostrado con pruebas contundentes que está dispuesta a asumir con total responsabilidad las funciones que por derecho le tocan. Por ello, se ha estado guiando profundamente en su padre, el rey Felipe VI, que confía plenamente en ella para su rol como futura reina de España.
La princesa de Asturias ha destacado en la entrega de los Reales Despachos a la nueva Promoción de la Escala de Suboficiales, en la Academia General Básica de Suboficiales ubicada en la localidad leridana de Talarn, vestida con el uniforme del Ejército de Tierra, al igual que su padre, luciendo la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco que Felipe VI le entregó en la ceremonia del pasado 3 de julio.
Ambos llevaban colgado del cuello el Toisón de Oro, máxima condecoración española, aunque es el rey el único de los dos que lleva el ceñidor de color rojo, símbolo de su estatus de general, mientras que su hija mayor llevaba el de color dorado, el mismo que llevan todos los miembros del Ejército de Tierra.
Este evento, en donde también ha estado presente la reina Letizia, ha servido como una clara evidencia de la total responsabilidad y disciplina que está mostrando Leonor en su camino a convertirse en la futura reina de España. Y por supuesto, su mejor guía ha sido su padre, quien le ha enseñado diversas funciones indispensables dentro de las Fuerzas Armadas del país.
El Jefe de Estado y la princesa de Asturias han mostrado la gran cercanía y complicidad que los une y han compartido comentarios en varias oportunidades. La princesa estaría así aprendiendo los usos y costumbres de esta función que un futuro deberá desempeñar ella como monarca.
La comunicación entre la princesa Leonor y su padre ha Sido una clave fundamental en medio de su formación militar. Cada logro de la jóven lleva una profunda enseñanza del rey Felipe VI, quien sin dudas debe sentirse muy orgulloso de que su heredera está demostrando ser total merecedora del trono.
