El mundo en el que vivimos es el resultado de años de avances en todas las disciplinas, cosas como la ciencia y la tecnología han crecido exponencialmente durante las ultimas décadas, esto por supuesto ha traído consigo muchas ventajas, al igual que cosas en contra, las presiones sociales han aumentado debido al entorno competitivo, vivimos de afanes y estrés constantes, la vida se ha hecho más fugaz y agitada para todos. A esto, añadimos la actual situación de aislamiento que ha puesto a miles de personas expuestas a obtener mal humor, ansiedad y nerviosismo.
Todo esto genera problemas tanto físicos como psicológicos en los seres humanos, nos hemos vuelto vulnerables a cosas que hace años eran muy poco comunes, como el insomnio por ejemplo. Hace años el trabajo físico era habitual, por lo que a la hora de dormir el cuerpo mismo hacía que cayéramos en un sueño profundo rápidamente. Hoy en día, el trabajo es un poco menos físico y mucho mas mental, nuestra resistencia al estrés se pone a prueba todos los días y esto ha generado que mucha gente tenga problemas para conciliar el sueño.
De seguro el cansancio mental es agotador, pero en muchos casos no es suficiente para llegar a casa y quedarnos dormidos con solo tocar una almohada. Además de eso, hemos sido abastecidos con entretenimiento infinito que está a nuestro alcance en cualquier momento, por lo que al mas mínimo signo de no tener sueño podemos encender nuestros ordenadores o teléfonos y ver cualquier hasta que nos de sueño.
Pero esto no es sano, y para muchas personas se convierte en un problema que se agrava en el insomnio, para esas personas que están cansadas de dar vueltas en la cama sin poder quedarse dormidos, y que sufren los efectos de la cuarentena y el aislamiento, aquí les dejamos algunos consejos dados por expertos para caer “como piedras” a la cama.
- Trata de mantener una rutina, en estos momentos de incertidumbre laboral, el cambio de las rutinas previas, la adaptación al teletrabajo y la preocupación por la enfermedad en el entorno social son un caldo de cultivo para impedir el adecuado descanso nocturno. Intenta mantener horarios sanos todos los días, ya que estos ocupan la mente y te alejan del estrés.
- Tratar de de asimilar el ritmo de sueño al ciclo del sol y la luna, exponiéndose lo máximo posible a la luz durante el día y procurando mantener con la mínima iluminación en las horas nocturnas.
- Realizar ejercicio físico: el sueño es un proceso reparador del gasto que hemos realizado durante el día. Si es insuficiente, el proceso de sueño no será tan profundo y estable. Las horas más recomendables son por la mañana y a mitad de tarde, sobre las 18.00.
- Fijar y mantener la hora de despertar. Es de crucial importancia, ya que nuestro reloj tiende a ir “hacia delante”. Sin salir de casa y sin actividad, se tiende irse a la cama cada vez más tarde y a levantarse cada vez más tarde. De nada sirve tratar de irnos antes a la cama para dormir mejor. La medida más potente es mantener fija la hora de despertar.
- Utilizar la cama solo para dormir. El hecho de estar tanto tiempo en casa, puede hacer que empecemos a utilizar la cama para hablar, chatear, trabajar, estudiar, ver series… Para el cerebro es muy importante mantener asociaciones congruentes. Por ejemplo, si el cerebro asocia la cama y el dormitorio con estar despierto e interesado en películas o a estar trabajando, difícilmente entenderá cuando llegue la noche que ahí también tiene que dormir.
- En las ultimas horas del día, procura no utilizar aparatos como tabletas o teléfonos, ya que la luz cercana al ojo inhibe la secreción de melatonina y esto hace que el sueño se retrase.
- Cuida lo que comes y bebes. Intenta mantener una dieta saludable y balanceada, el exceso de consumo también es un problema ya que provee al cuerpo de energía adicional que probablemente no necesita, y el a la hora de dormir esta energía de sobra será un problema.
- No tomes muchas siestas durante el día, si decides tomar una, asegúrate de que no dure más de 20 o 30 minutos. Estas siestas pueden “desconfigurar” levemente el reloj biológico del cuerpo y a la hora de dormir podrías tener más energía de la necesaria.