Una fundación en los Estados Unidos está pidiendo que el príncipe Harry del Reino Unido sea deportado de la nación norteamericana. La solicitud ya se había hecho desde el año pasado, pero ahora han respondido a un comunicado que la administración del gobierno de Joe Biden ha dado respecto al caso.
La fundación y organización conservadora Heritage ha vuelto a solicitar la expulsión del duque de Sussex de los Estados Unidos, luego de que el gobierno de ese país respondiera a un reclamo que vienen haciendo desde el año pasado.
El ente explica que Harry tuvo que haber mentido al momento de hacer su solicitud de visa permanente, ya que tras la publicación de su libro de memorias ‘Spare‘ el año pasado, creen que pudo haber ocultado información con respecto a su consumo de drogas.
Ante esto, la administración Biden ha respondido afirmando que dichas alegaciones son falsas y explican que cualquier persona puede escribir diferentes cosas en un libro, «sin necesidad de que estas sean ciertas«.
No obstante, Heritage no ha recibido nada bien esta respuesta y la han tildado de «sin sentido», por lo que ahora quieren hacer una petición completamente legal para que un juez investigue el caso.
«Harry nunca ha negado nada en su propio libro, incluido el uso generalizado de drogas”.
Su principal objetivo, es que se esclarezca lo que pudo haber ocurrido en la entrevista de Harry con las autoridades de inmigración. Ellos creen que quizás el duque pudo haber recibido un trato especial por ser miembro de la realeza británica, aunque actualmente ya no cumpla con sus deberes reales.
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El abogado Samuel Dewey, al servicio de la Heritage Foundation, ha recordado a la administración Biden que el duque si entró en calidad de diplomático, por lo que tan solo puede hacer trabajos en suelo estadounidense para su gobierno y no para propio beneficio, como así está sucediendo sin intención de ocultarlo:
“Sin el propio rey Carlos III, no se puede venir aquí a trabajar”, afirmó Dewey.
Hasta ahora, el príncipe Harry no ha emitido ningún comunicado ante las amenazas que nuevamente ha hecho la fundación Heritage y su objetivo de que sea expulsado de los Estados Unidos. Diversos expertos creen que eso podría nunca ocurrir, ya que el royal lleva cuatro años viviendo dentro del territorio estadounidense.
