El rey Carlos III ha demostrado que su cáncer no es ningún impedimento para no disfrutar de la vida, y es que no solo se le ha visto más alentado y enérgico que nunca, sino que también ha estado tomándose las cosas con mucho humor, como en el pasado evento ecuestre que se llevó a cabo en los patios del Castillo de Windsor.
El monarca asistió al Royal Windsor Horse Show que inicio el pasado 1 de mayo, su aparición en este importante evento ecuestre no solo significó su primera aparición pública desde que se informó sobre su regreso a sus labores, sino que también fue la primera asistencia que hizo a este evento en los últimos 45 años.
Como era de esperarse, los medios que se encontraban allí para documentar el evento, no pudieron apartar sus cámaras del royal que estaba sentado en el palco real junto a los miembros de su familia, donde se le vio reír a carcajadas al punto de casi llorar, mientras observaba a los caballos competir en diversas disciplinas, ¡sin duda el monarca de 75 años la estaba pasando fenomenal!