Las intenciones del príncipe Harry del Reino Unido, rebelde e indomable en cuanto a sus intereses contra la prensa británica, se han visto muy afectados con el más reciente veredicto que ha dictaminado un juez de Londres que lo minimiza por completo ante su batalla judicial contra varios de los tabloides británicos más influyentes entre la opinión pública.
El Tribunal Superior de Londres ha condenado al duque de Sussex a pagar una multa de más de 60 mil dólares contra el ‘Associated Newspapers’, editora del periódico ‘Mail on Sunday’, a quien demandó por presunta difamación contra su persona tras la publicación de un artículo sobre las medidas de seguridad y protección policial que tiene cuando está en Reino Unido y que ahora él exige que les sean cumplidas.
Esto, cómo era de esperarse, supone un claro revés en la lucha de Harry contra la prensa del Reino Unido, que se ha encargado de hacerle la vida imposible desde que dejó sus deberes reales para mudarse a los Estados Unidos a inicios del año 2020, junto a su esposa Meghan Markle.
El duque mantiene varias demandas en conjunto contra varias editoras a las que acusa de invadir su privacidad, obtener información personal de forma ilícita y en este caso, difamación. El ‘Mail on Sunday’ había hecho un artículo referente a la seguridad de Harry en el país, tema que no le agradó al royal y alegó que el citado diario mintió en varios puntos de su escrito.
El artículo que el príncipe demandó llevaba el siguiente título: “Cómo Harry trató de mantener en secreto su lucha legal por los guardaespaldas.” El texto expresa todas las diferencias de Harry con el Ministerio de Interior británico y en donde se acusa al duque de “haber mentido de manera deliberada” en algunas cuestiones para preservar su seguridad en el archipiélago británico.
El Tribunal Superior de Londres le exige al príncipe Harry pagar la multa antes del 29 de diciembre. No obstante, esto no podría ser la única derrota para él, ya que este escenario solo aumenta su desventaja en el juicio que actualmente lleva contra el ministerio de Interior, organismo al que le exige que se le brinde seguridad gratuita cuando desee viajar hasta el Reino Unido.