El príncipe Harry y su esposa, la actriz Meghan Markle, están en manos de su padre y suegro, el rey Carlos III, para salvar su futuro en Estados Unidos y el Reino Unido.
Como es de conocimiento del pueblo británico, la relación entre los nombrados duques de Sussex inició al tiempo que anunciaban su renuncia a la Monarquía Británica, con el fin de tener una vida más armoniosa, alejado de las estrictas reglas que impone la realeza.
Esto de cierta manera les permitió ser más abiertos en cuanto a sus declaraciones, permitiendo al príncipe lanzar su libro «Spare«, que no es más que una cronología de su vida, y secretos que se cometen a puerta cerrada en los palacios de su familia.
Sin duda, esto ha creado una gran polémica al rededor del príncipe Harry y Meghan Markle y han sido acusados por el pueblo y medios británicos como unas personas «polémicas y controversiales», lo que les ha causado una disminución de apoyo tanto del Reino Unido como de Estados Unidos, donde actualmente residen.
Razón también por la que han perdido todo tipo de relación con su familia, como es el caso del príncipe William, la reina consorte Camilla Parker, entre otros, y motivo por el que no serán muy bienvenidos en la próxima coronación del nuevo monarca.
Sin embargo, deberán dejar al lado su orgullo debido a que la decisión del salvar su futuro la tiene el rey Carlos III si decide perdonarlos y brindarles nuevamente un apoyo.
«Deben dejar su orgullo, comer un pastel humilde y asistir a la coronación del rey en mayo, incluso si eso significa arriesgarse a los abucheos de la multitud en la Abadía de Westminster«, «Solo así podrán recuperar algún tipo de credibilidad apoyando al rey en el que será el día más importante de su vida«, concluyó Natalie Oliveri.
Evidentemente, será su única opción no solamente por el bien de ellos mismos, sino de sus dos hijos que por ahora no han asimilado lo que sucede en su vida claramente.