Los seguidores más fieles de BTS conocidos como el ARMY, recientemente ha estallado de críticas hacia los productores de la canción de Jungkook, «Seven«, por comentarios racistas y ofensivos que han hecho hacia el cantante después de trabajar con él.

Los fanáticos de la boyband afirman que ellos se están aprovechando del éxito de la canción y han estado haciendo mérito hacia ellos únicamente, dejando de lado al artista.

La canción en solitario «Seven«, fue la primera que lanzó el cantante como parte de su proyecto personal alejado del trabajo que hacía con sus seis compañeros, de manera que hasta el día de hoy ha sido un total éxito a nivel mundial. Por este hecho recientemente la revista Forbes lanzó un entrevista con Andrew Watt y Cirkut, dos de los productores de esta canción.

Aunque en la entrevista se expresaron puntos claves y buenos, otros no lo fueron tanto, como por ejemplo que uno de los productores se refirió a los seguidores de Jungkook como rabiosos, algo que se considera un estereotipo falso: «La base de fanáticos está absolutamente rabiosa«, expresó Cirkut.

El otro productor Watt expresó un hecho negativo cuando dijo que ahora Jungkook que era «superestrella estadounidense«, y que antes simplemente era una «superestrella«. Los fanáticos sintieron que la declaración de estos productores le quitaron el éxito total a Jungkook y el estatus como una estrella surcoreana, ya que solamente se enfatizaban en su éxito estadounidense y no el de Corea. Otro punto por el cual recibieron mucha crítica es que los dos productores hacían énfasis en el trabajo que habían hecho detrás de esta canción.

Los fanáticos de la boyband y de Jungkook no vieron de buena manera la entrevista que realizaron los dos productores, teniendo en cuenta que estaban tratando de despojar al cantante de su nacionalidad surcoreana, y además sintieron que ellos necesitaban reclamar su trabajo como productores, dejando atrás el trabajo del Maknae como cantante y haciendo comentarios ofensivos.