Los seguidores más fieles de BTS conocidos como el ARMY, recientemente ha estallado de críticas hacia los productores de la canción de Jungkook, «Seven«, por comentarios racistas y ofensivos que han hecho hacia el cantante después de trabajar con él.
Los fanáticos de la boyband afirman que ellos se están aprovechando del éxito de la canción y han estado haciendo mérito hacia ellos únicamente, dejando de lado al artista.
Aunque en la entrevista se expresaron puntos claves y buenos, otros no lo fueron tanto, como por ejemplo que uno de los productores se refirió a los seguidores de Jungkook como rabiosos, algo que se considera un estereotipo falso: «La base de fanáticos está absolutamente rabiosa«, expresó Cirkut.
El otro productor Watt expresó un hecho negativo cuando dijo que ahora Jungkook que era «superestrella estadounidense«, y que antes simplemente era una «superestrella«. Los fanáticos sintieron que la declaración de estos productores le quitaron el éxito total a Jungkook y el estatus como una estrella surcoreana, ya que solamente se enfatizaban en su éxito estadounidense y no el de Corea. Otro punto por el cual recibieron mucha crítica es que los dos productores hacían énfasis en el trabajo que habían hecho detrás de esta canción.

