El príncipe Harry y Meghan Markle podrán asistir a la coronación del rey Carlos III, el próximo mes de mayo, pero lo harán bajo un estricto control para evitar acontecimientos negativos en el evento.
Las polémicas que se han generado al rededor de los duques de Sussex, los tienen en una disputa sobre si deberán asistir o no a la coronación de su padre y suegro el próximo 6 de mayo. Pese a que hace poco se confirmó que su participación será un hecho y que la invitación ya fue enviada, los duques están dudando sobre su viaje.
La coronación tendrá más de dos mil invitados y se hará efectiva en la Abadía de Westminster, donde cada participante será testigo de la coronación que dispondrá como nuevo monarca al rey Carlos III, y a su esposa como la próxima reina Camilla Parker.
Sin embargo, en caso de lo que el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle decidan ir deberán asistir preparados para la humillación que podría generarse en torno a sus polémicas, además de tener que observar todo desde el balcón y alejados de la familia real, como ocurrió en ocasiones pasadas.
Inclusive los duques deberán saber que serán estrictamente controlados, pues la monarquía británica teme que vean o escuchen cosas que no deberían, y que podrían sacar a la luz como ya lo han venido haciendo para generar más controversias.
Según expertos en la realeza su intervención en la coronación podría ser un poco irrelevante, pero la decisión final estará a cargo de ellos exclusivamente.
