Luego del estreno del polémico libro ‘Endgame’, Meghan Markle finalmente se ha dejado ver en público, pero ha hecho un guiño que desde ya se está afirmando que es una clara muestra de apoyo a su suegro, el rey Carlos III del Reino Unido, con el que presuntamente ha logrado tener una mayor comunicación en los últimos meses.
Los últimos días tras la publicación del libro ‘Endgame’ en el idioma holandés, han provocado todo tipo de estragos para la familia real británica. Las razones, el señalamiento directo a Carlos III y a Kate Middleton como los presuntos responsables del cuestionamiento sobre el color de piel que iba a tener Archie, el primer hijo de los Duques de Sussex.
Este escándalo ha traspasado todas las fronteras y rápidamente llegó al Reino Unido, en donde los medios de ese país han hecho todo lo posible para resguardar la imagen de la princesa de Gales y el monarca. Ante la gran cantidad de titulares, ahora es el ‘Daily Mail’ el que hace pública las primeras imágenes de Meghan Markle tras el surgimiento de esta polémica.
La duquesa de Sussex aparecía sonriente y con aspecto relajado mientras paseaba por Santa Bárbara, en California. El citado diario describió las fotos de Meghan durante como «un paseo en el que parecía no importarle nada el furor que ha causado el escándalo racista en Inglaterra».
No obstante, eso no fue de lo que único que se habló, ya que un guiño de la actriz estadounidense ahora está siendo interpretado como una posible muestra de apoyo a su suegro.
El guiño que puede interpretarse como un gesto de apoyo a Carlos III, fue una valiosa pulsera de diamantes Bentley & Skinner, que fue un regalo de su suegro y ella lo ha lucido en esta aparición pública, en donde presuntamente iba camino al gimnasio y cerca de su residencia en Montecito.
Las medios no han podido evitar darse de cuenta de ello, argumentando que podría ser una señal de que la relación entre ambos ha mejorado. El pasado cumpleaños del monarca, se supo que tuvieron una videollamada, en donde Meghan Markle, el príncipe Harry y sus hijos Archie y Lilibet, le cantaron cumpleaños feliz al monarca.
