La difunta reina Isabel II, madre del actual monarca del Reino Unido, desde los inicios de su edad adulta y en gran parte de su labor como miembro real se destacó por un accesorio que empleaba en cada una de sus salidas reales y que estaba muy lejos de ser su corona, cetro, o algún otro elemento brillante.
Sin duda, la elección de la reina Isabel II con respecto a este accesorio, que era muy funcional, no solamente reflejó que era muy leal a la marca, sino que lo convirtió en esa prenda que nunca se le olvidaba a ella en cada compromiso real.

