Fuentes reales aseguran que, antes del ascenso al trono de Carlos III, la reina Camilla se habría mostrado reacia a convertirse en reina. A pesar de tener una relación formal de más de 4 décadas, según revelaciones, ella no se sentía cómoda con el título de monarca.
«Un importante miembro del personal me dijo que, en un momento dado, la esposa de Carlos odiaba la idea de convertirse en reina«, reveló Tom Quinn, quien trabaja para el Times. Posteriormente, añadió: «Con frecuencia le pedía a su esposo: ‘¿Podemos alejarnos de todo este protocolo? Me resulta una tontería’«.

Sin embargo, la fuente reveló que, a pesar de que la reina Camilla no quería convertirse en monarca, su esposo le recordaba: «Lo estás haciendo por mí, cariño, te necesito a mi lado«, siendo estas palabras las que motivaron a la ahora monarca a aceptar el título más alto para una mujer en la realeza británica.
A pesar de que en primera instancia Camilla no quería desempeñarse como reina, en la actualidad es un rol que cumple a la perfección y parece disfrutar, asumiendo importantes responsabilidades e incluso dando un paso al frente cuando Carlos y Kate estaban ausentes por su diagnóstico de cáncer.