Durante la última semana, Rose Hanbury ha sido señalada de involucrarse con la familia real británica por uno de los mayores escándalos de los últimos tiempos. Varios diarios británicos postearon una supuesta infidelidad del Príncipe William a Kate Middleton, en el día de los enamorados.
Además, las fuentes de entretenimiento se atrevieron a revelar el nombre de la tercera mujer implicada en el triángulo amoroso, Rose Hanbury, amiga de la Princesa de Gales, a la que ya se relacionó con el hijo de Carlos III en 2019 tras la publicación de unas imágenes en una fiesta privada.
Sin embargo, la noticia desapareció por completo dentro del Reino Unido. El polémico caso bautizado como “Williamgate” partía de la hipótesis de que el palacio de Buckingham podría haber recurrido a la llamada “super-injunction”, una eficaz herramienta legal en la que se escudan las grandes figuras cuando quieren silenciar a los medios de comunicación.
A pesar de este intento de apaciguar los rumores, Rose Hanbury vuelve a ser noticia, ya que, desde hoy, está más cerca que nunca de la casa real británica. Según informa el diario ‘Daily Mail’, la corona, liderada por el rey Carlos III, ha decidido asignar un nuevo papel de mayor relevancia al marido de la mujer vinculada al Príncipe William dentro de la casa real.
David Cholmondeley ha sido nombrado secretario privado o mano derecha, un cargo similar al de dama de compañía. Este papel le otorgará a partir de ahora una posición de primera línea en la monarquía. El esposo de Rose Hanbury tendrá que asistir a los actos más importantes e incluso podrá representar al rey en actos oficiales, ya que actualmente es un alto funcionario del palacio de Buckingham.
A pesar de haber sido despedido en la reducción de personal tras la muerte de la reina Isabel II, la llegada de su hijo al trono lo ha regresado a Buckingham y con una mejor posición, por el hecho de que en el pasado Cholmondeley era ‘Lord Gran Chambelán‘, cuyas funciones se reducen a guiar al monarca y lucir la corona sobre un cojín en sus manos.
Aunque en un principio este nuevo cambio burocrático puede no despertar gran interés, los medios locales han puesto su foco en el futuro próximo, que podría desencadenar el encuentro entre Hanbury y los Príncipes de Gales, herederos de la casa.