Varios medios y expertos de la industria cinematográfica aseguran que la introducción del actor al cine de élite de Hollywood será bastante difícil y lenta.
Las acusaciones de maltrato y violencia doméstica por parte de su ex mujer, la actriz Amber Heard, han generado un gran daño irreparable a su trayectoria profesional. El actor, de una gigantesca trayectoria actoral, explicó que el artículo de opinión firmado por Heard en The Washington Post en 2018 , en el que no le mencionaba directamente, lo llevó a perder su contrato más lucrativo con Disney para una entrega más de Piratas del Caribe, la sexta, en la que el intérprete de Jack Sparrow era la estrella indiscutible de la iconica saga.
Y ahora, incluso con la reciente victoria judicial, se avecina una tarea compleja para Johnny Depp según expertos del cine, no solo por la cantidad de detalles escabrosos e íntimos que han visto la luz en las últimas semanas sobre su relación con Heard, sino por su reputación de divo y de persona complicada a la hora de trabajar.
Una importante publicista citada por Vanity Fair lo tilda de “criptonita para los estudios”, de persona non-grata, y un alto ejecutivo de un estudio asegura lo siguiente:
“no lo van a volver a contratar para una película de primera línea como solían hacerlo. Era como un grano en el culo antes del juicio. Y lo que ha demostrado es que sigue siendo un grano en el culo”.
“Su camino podría pasar por hacer filmes más pequeños, de sello independiente, para reconectar poco a poco con el público y dejar atrás este episodio traumático”, según afirman los expertos.
Sin embargo, un ex ejecutivo de Disney citado por la revista People, afirma que es un buen momento para que Depp vuelva a hacer de Jack Sparrow tras cinco años sin ponerse el traje de pirata.
“Hay demasiado tesoro potencial en taquilla para un personaje querido y profundamente arraigado en la cultura de Disney”, dijo.
Por ahora, solo queda esperar para poder ver qué es lo que ocurrirá con la carrera de Depp. Por el momento, la expectativa está bastante alta para el público, pero lamentablemente, la decisión final la tomarán los altos ejecutivos de las principales productoras cinematográficas.