Taylor Swift no le contó a nadie sobre su nuevo álbum, ni siquiera a su disquera, quienes se enteraron de su existencia unas horas antes del lanzamiento oficial.
Aaron Dessner, 44, es un músico y productor estadounidense, trabajó como productor en 11 de las 14 canciones del álbum «Folklore» de Taylor Swift, que fue lanzado el viernes pasado. Dessner ofreció recientemente una entrevista a la revista donde reveló algunos detalles de la creación del álbum.
En la entrevista, el músico reveló que le envió a Swift varios memos de instrumentales que creía que podrían interesarle y ella aceptó algunos de ellos. Explicó que, tan solo un par de horas luego de haber enviado los instrumentales, la cantante empezó a enviarle notas de voz en los que cantaba encima de los instrumentales con la letra ya escrita.
Para probarlo, compartió a través de Twitter un screenshot de su conversación con Taylor que data del día 28 de abril, en el screenshot podemos ver que, de hecho, Taylor le envió un audio a las 2:23 de la madrugada con una canción ya escrita, grabada en nota de voz usando uno de los instrumentales que Dessner le había enviado un par de horas antes. Te dejamos el screenshot acá abajo.
Taylor Swift se nota bastante emocionada mientras le compartió a Dessner un demo de «Cardigan», canción que se convertiría en el sencillo líder del álbum. Dessner reveló que esa versión original con cambios en la letra estaría disponible un par de días después en iTunes.
También habló sobre como nadie influenció el álbum y fue netamente trabajo de Swift en compañía de algunos otros músicos.
«No hubo influencia exterior. De hecho nadie sabía sobre el álbum, ni siquiera su disquera, hasta un par de horas antes del lanzamiento oficial. Para alguien que ha estado en el reflector de la industria por 15 años, debe ser muy liberador tener algo de privacidad y poder trabajar en sus propios términos. Ella merece eso.»
«Algunas veces, si yo quería consejos de algún amigo, era difícil porque no podía mandar grabaciones de teléfono con la voz de ella, pero todos lo tomaron bien. Al final, busqué algunos magos para que pusieran beats en las canciones. Era algo divertido, ya que ellos no sabían que estaban trabajando para Taylor Swift, «¿qué? ¿por qué no me puedes decir Aaron?», ellos me preguntaban y empezaron a especular. Hicimos que pareciera un juego.»