El rey Felipe VI de España ha hecho su tradicional discurso de Navidad, el décimo como monarca, en medio de todo el escándalo que ha generado los rumores de infidelidad por parte de su esposa, la reina Letizia. No ha tocado el tema, pero el sinsabor de la polémica sigue completamente latente.
En un discurso más político que festivo, el rey Felipe VI se ha dirigido a los españoles como habitualmente lo hace cada 24 de diciembre, dejando muy en claro que como Jefe de Estado, seguirá apoyando la carta magna que la población española aprobó hace 45 años.
«Quiero reivindicar la Constitución como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza», asegura el Rey; «Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad». Una nueva pausa y algo imprescindible expresado en tan sólo seis palabras: «Y junto a la Constitución, España».
«La razón última de nuestros éxitos y progresos ha sido la unidad de nuestro país. Esta unidad será la clave para que podamos afrontar con éxito los serios y complejos retos de futuro a los que España se enfrenta hoy».
Finalizando su discurso, el rey ha invitado a la población a valorar un poco más el país que tienen:
«Deberíamos tomar mayor conciencia del gran país que tenemos, España seguirá adelante y en ese camino estará siempre la Corona, no solo porque es mi deber como Rey, sino también porque es mi convicción».

