Todo apunta a que el rey Carlos III, ha llegado a su límite en cuanto al desalojo de su hermano, el príncipe Andrés, de la residencia de Royal Lodge, un tema que la prensa británica ha venido reportando desde hace varios meses, y que hasta ahora, el royal no ha llevado a cabo y ha permanecido en la propiedad.
El experto y biógrafo real, Robert Hardman, ha desvelado en su nuevo libro «Charles III: New King. New Court. The Inside Story«, citando fuentes allegadas al Palacio de Buckingham, que el rey Carlos ha optado por descartar el subsidio de vida del príncipe Andrés de una vez por todas, una entrada de 1.2 millones de euros anuales que al parecer el «despojado» duque de York dejará de recibir por parte de la corona británica, «el duque ya no es una carga financiera para el rey», afirma Hardman.
Al parecer, tras numerosos intentos sin éxito de que abandonase la propiedad ubicada en Windsor Great Park, el monarca no ha tenido más salida que recurrir a los recortes financieros de su hermano con el único propósito de forzar su mudanza, ya que este no tendría los suficientes ingresos para poder costear los elevados mantenimientos que conlleva Royal Lodge.