Los más recientes movimientos del príncipe William y su esposa, la princesa de Gales Kate Middleton, han generado algunas alertas en los medios de su país, ya que estarían agudizando aun más su delicada relación con el príncipe Harry y Meghan Markle. ¿La razón? Sus deseos de extender sus horizontes benéficos hacia los Estados Unidos, lo cual podría afectar considerablemente la popularidad de los Sussex en ese país.
De acuerdo al diario inglés ‘Daily Express’, los príncipes de Gales podrían terminar de acabar con la popularidad de los duques de Sussex en los Estados Unidos, ya que los herederos al trono de la monarquía británica tienen ciertos planes estratégicos y muy ambiciosos para llevarse a cabo en Norteamérica, lugar que ha servido de hogar y refugio para Harry y Meghan y en donde la pareja planeó volverse famosa, sin que hasta ahora lo hayan conseguido al cien por ciento.
Kate y William presentaron recientemente la documentación requerida para registrar una marca vinculada a la Fundación Real en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (cuyo organismo es el encargado de conceder patentes y registrar marcas).
«Meghan se sorprendió bastante cuando descubrió que Kate y William planean hacer más trabajo en Estados Unidos después de registrar la marca de su fundación ante las autoridades”, reveló una fuente al medio ‘RadarOnline’.
«Aunque han hecho un par de viajes a Estados Unidos, en realidad no es parte de su territorio y ahora Meghan siente que podrían estar invadiéndolo. Lo último que quiere Meghan es competir con la pareja real más famosa del mundo», aseveraron en el citado medio, alegando también que esta nueva faceta de los príncipes de Gales también podría aumentar su rivalidad con los duques de Sussex.
Si es real que Meghan Markle está preocupada por la posible llegada del príncipe William y Kate Middleton a los Estados Unidos, tiene toda las razones posibles para estarlo. Y es que la popularidad de la actriz de ‘Suits’ y del príncipe Harry en el país norteamericano, se ha mantenido dispar, ya que gran parte de los seguidores de la realeza no están de acuerdo con sus labores benéficas ni la forma en que expusieron sus problemas con la corona.