Esta polémica inicio desde hace ya varios años, cuando Meghan Markle reveló en su entrevista con Oprah Winfrey que la casa real británica demostró preocupación por el color de piel que tendría el príncipe Archie, cuando se supo que estaba embarazada. Esto causo indignación no solo a los fanáticos de la realeza, sino principalmente a su esposo, el príncipe Harry.
Según medios de entretenimiento, la duquesa de Sussex le habría enviado un escrito al rey Carlos III, donde relataba su incomodidad e indignación por el maltrato que sufrió mientras estaba en el palacio de Buckingham por parte de la mayoría de los miembros de la familia real. Por supuesto, estas declaraciones por parte de Meghan, sumergieron a la corona británica en una gran crisis, donde fueron señalados de racistas.
Un reconocido medio de comunicación aseguró que esta sería la principal razón por la cual Meghan Markle rechazó la invitación del rey Carlos III a su coronación, puesto que, el monarca no respondió adecuadamente a su carta recordando las humillaciones raciales que sufrió. Una fuente cercana al palacio de Buckingham dice que las cartas enviadas evidencian quien fue el que comentó lo del color de piel del príncipe Archie.
Los expertos de la realeza afirman que este inadecuado comentario no se hizo con intenciones maliciosas, sin embargo, si fue muy imprudente por parte de la realeza al referirse a un tema tan delicado a día de hoy.
Por otro lado, el príncipe Harry, ha estado intentando aclarar todos los que la prensa ha creado con relación al racismo que supuestamente se vive dentro de la familia real. En una entre malentendidosvista con Tom Bradby, este le dijo a Harry «Le dijiste a Oprah que los miembros de tu familia eran racistas«, Harry se puso serio y respondió: «No lo hice. La prensa británica lo hizo«. Lo que nos da a entender que Harry no quiere seguir escalando una polémica tan grave como lo es el tema del racismo en la actualidad.