Britney Spears comenzó su “Pice Of Me Tour” por Estados Unidos hace una semana, todos los conciertos que ha dado hasta la fecha han sido sold out, el público siempre ha querido verla en vivo a pesar de presentar el mismo show de hace cuatro años.
Desde el año pasado se anunció que la princesa del pop terminaría su show de residencia ininterrumpida en Las Vegas para viajar por varias partes Estados Unidos y Europa en una gira mundial.
La artista estaba en una zona de confort de la que necesitaba salir para darse cuenta que el mundo todavía quiere un “pedazo de ella”. Aunque, por complacer a sus fans, tiene que someterse al estrés del viaje, cambio de hotel, comida, entre otros; situación que, de manera directa o indirecta, afecta la salud.
Durante su concierto anoche en Atlantic City Britney le dijo a sus fans que tenía más de 38° de fiebre, pero seguiría con el concierto hasta terminarlo, como toda una profesional.
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