Katy Perry concedió una entrevista a la edición japonesa de la revista Billboard, a raíz del paso del “Witness: The Tour” por Asia, e hizo un balance sobre la era “Witness” y como se sabe, el álbum no vendió como los anteriores y pasó lejos de repetir el éxito antecedente con los singles. Con eso, la cantante vivió en la piel lo que llaman “presión para acertar” y vio cómo es ser tratada y asociada a la palabra “flop”, algo nuevo en su carrera.
Creo que el acto de acertar en el show business se convirtió en una caza de brujas. Mis amigos lo llaman “una cultura ultrajante”. Se están humillando unos a otros en Internet. Es muy decepcionante. Todo el mundo comete errores, y la gente no puede aprender sin esa experiencia. Cometer un error es la única manera de aprender. En el mundo y en el mundo de las celebridades, me parece maravilloso cuando la gente tiene generosidad y compasión para permitir los errores de los demás y pensar “todos son humanos”.
Katy revelo que a pesar de todo se siente muy orgullosa del álbum “Witness”, aunque este haya separado parte del público y tampoco haya sido de gusto para la crítica especializada. Para ella, fue un trabajo importante, porque sintió la necesidad de cambiar su faceta artística.
“Witness” es un orgullo para mi corazón, ya que es extremadamente avanzado y apunta mensajes en muchos aspectos. Me encanta. Fue difícil, pero fue una lección que aprendí. A causa de eso, hubo un momento en que algunos fans se marcharon. Pero me hizo capaz de amarme del fondo de mi corazón, otras personas se volvieron capaces de amarme también.
A pesar de que el álbum no logró obtener los números esperados, las tres de los cuatro sencillos del álbum han logrado ser certificados por la RIAA, con discos de PLATINO u oro.